Del mismo modo que muchas lavadoras incorporan programas eco para reducir el consumo de agua, la producción textil apenas consume recursos hídricos.

Tírate a la piscina y vuelve a intentarlo.

¡En efecto! El textil utiliza cada año 93.000 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a las necesidades de cinco millones de personas.

!Enhorabuena!

Te queremos felicitar porque, hayas acertado la mayoría o unas pocas menos, lo importante es que te has concienciado sobre la desigualdad que viven muchos trabajadores y trabajadoras alrededor del mundo.

Aunque no había mucha diversidad de respuestas, justo esta no es la correcta. ¡Prueba de nuevo!

¡Correcto! Se calcula que en los últimos 5 años, sólo entre Ghana y Costa de Marfil, se produjeron 16.000 casos de trabajo infantil forzoso y otros 14.000 casos en personas adultas.

¡Así es! Las plantas de café crecen en suelos ácidos, con temperaturas frescas, sombra y precipitaciones abundantes. Estas condiciones tan concretas, que sólo se dan en unas pocas regiones de África, América y Asia, podrían desaparecer debido al calentamiento global.

¡Estás en lo cierto! A pesar de que la mayor parte de la producción de café tiene lugar en el hemisferio sur, la mayoría de los 10 millones de toneladas de café que se consumen al año se disfrutan en el hemisferio norte.

Dale una vuelta al hemisferio y prueba de nuevo.

De esta pesadilla no se despierta con un café. Vuelve a intentarlo.

¡Eso es! La mayoría de las caficultoras y los caficultores tienen salarios inferiores al 40% del salario mínimo de subsistencia. Esto se traduce en casos de malnutrición, trabajo infantil, analfabetismo y movimientos migratorios.

¡Exacto! Parece lo más lógico pero es todo lo contrario. Las 25 millones de personas que cultivan el café son quienes reciben el menor porcentaje de los beneficios que genera. ¡Solo entre un 4% y un 6% del precio final de venta!

¡Despiértate, despeja tu cabeza e inténtalo de nuevo!

Ante tal escasez de acierto, puedes probar de nuevo.

¡Muy acertado! En ese período muchas familias no tienen dinero suficiente para alimentar adecuadamente a sus hijas e hijos. Se calcula que entre el 20% y el 30% de las niñas y niños de las comunidades productoras de cacao sufren retraso en el crecimiento.

¡Efectivamente! Este porcentaje se redujo al 16% en la década de los 80. Pero es que hoy en día es todavía más bajo, situándose entre el 3% y el 7%.

Tu 50% de probabilidades de acertar no ha sido suficiente. Pero no te preocupes, ¡puedes volver a intentarlo!

Aunque no lo creas no se trata de un viaje en el tiempo, prueba otra vez.

¡Así es! Si lo repartiéramos equitativamente a cada habitante del planeta nos tocaría tan solo un kilo al año. Sin embargo, sólo en Europa se consume el 40% del cacao que se produce en todo el mundo.

Lo único saludable va a ser que pruebes de nuevo.

No haber acertado no va a reducir tus oportunidades, ¡inténtalo de nuevo!

El chocolate te ha nublado la mente, ¡vuelve a probar!

¡Acertaste! Un ejemplo de ello es la superficie del bosque natural de Ghana y Costa de Marfil que ha disminuido un 70%.

¡Tienes razón! En la práctica, para las mujeres es casi imposible acceder a ningún puesto de promoción, por lo que trabajan casi exclusivamente como recolectoras. Este es uno de los motivos que hace que la brecha salarial entre trabajadoras y trabajadores en la producción de té sea hasta del 50%.

Salta la brecha y prueba otra vez.

¡Tú también puedes comprobarlo volviendo a intentarlo!

¡Correcto! Las niñas y niños participan en toda la cadena agrícola y en actividades auxiliares, como la recolección de leña para las fábricas. Hay países como Kenia donde se estima que constituyen un 15% de todos las trabajadoras y trabajadores del sector del té.

¡Eso es! Mientras las empresas multinacionales reciben el 90% de las ganancias, las trabajadoras y trabajadores solo reciben entre un 1% y un 2%. El sueldo de las plantaciones de té en la India cubren solo el 25 % de los ingresos estimados como límite de pobreza.

Parece razonable, pero no es así. ¡Te toca intentarlo de nuevo!

Lo sabemos, este tipo de herencia no compensa. ¡Vuelve a probar!

¡Cierto! Lamentablemente muchas situaciones siguen aún sin cambiar: viven en las fincas, sin condiciones mínimas de habitabilidad y en situación de semiesclavitud.

¡Has acertado! Es cierto que el té es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, pero hay países como India, Vietnam e Indonesia donde los salarios de quienes cultivan el té son los más bajos del sector agrícola.

Cambia de planes y vuelve a intentarlo.

¡Tienes razón! La exposición a ciertas toxinas que liberan los granos del café, la aparición de hongos contaminantes durante su almacenamiento y el uso de químicos sin la protección adecuada puede provocar alergias, intoxicaciones, enfermedades pulmonares y un riesgo más alto de desarrollar cáncer.

¡Correcto! No sólo su proceso de producción destruye ecosistemas, sino que también su consumo contamina ríos, lagos, mares, afectando tanto a flora como a fauna.

¡Has acertado! 16 millones de mujeres de comunidades rurales del África subsahariana cosechan, recogen y producen la manteca de karité, de manera artesanal, por un salario inferior a 1,25€ al día.

De momento los grandes beneficios son para la piel y el cabello. ¡Vuelve a probar!

Tendrás que bajar de la palma e intentarlo de nuevo.

¡Eso es! El aceite de palma está presente en 3 de cada 4 productos de cuidado personal.

¡Has dado en el clavo! Esta mayor demanda repercute negativamente en estas zonas rurales, siendo una de sus consecuencias el aumento de la presión en el trabajo infantil.

De momento no han mejorado sus condiciones, ¡pero tú puedes volver a probar y mejorar tu respuesta!

¡No te tires de los pelos! Pero vas a tener que probar de nuevo.

¡Efectivamente! Un champú embotellado contiene alrededor de un 80% de agua. De hecho, este sector está calificado “crítico”, la categoría más alta, en el impacto del uso de agua.

¡Correcto! La industria textil es la segunda más contaminante del planeta. La emisión global de sus gases de efecto invernadero supera las de todos los vuelos internacionales y tráfico marítimo.

Refresca tu mente y vuelve a intentarlo.

Organiza tus pensamientos y prueba de nuevo.

¡Tienes razón! Desgraciadamente en muchos países, las fábricas impiden la organización en sindicatos mediante despidos, listas negras, e incluso con acoso sexual y violencia física. El año pasado, 5.000 trabajadoras y trabajadores en Bangladesh fueron despedidos por exigir subidas de salario.

¡Eso es! Con los salarios tan bajos y las jornadas tan duras de las personas que lo cultivan, ¡el azúcar ya ha dejado de ser dulce!

Prueba de nuevo antes de seguir con este viaje.

¡Acertaste! Sólo en la UE, en 2022 se importaron y exportaron 700.000 toneladas de textil, ropa y calzado por vía aérea. Las emisiones de este tipo de transporte son unas 14 veces más perjudiciales para el clima que el transporte por vía marítima.

¡Así es! Con jornadas de 12 a 16 horas durante 6 ó 7 días a la semana y salarios insuficientes, podemos afirmar que no se cubren las necesidades básicas.

¡Es un sueño que todavía no se ha hecho realidad! Vuelve a probar.

En esta respuesta no hay quien viva, prueba otra vez.

¡Cierto! No sólo no pueden contar con un alojamiento digno, sino que, pese a estar expuestos a un calor sofocante, carecen de agua corriente, baños o un acceso adecuado a agua potable.

¡Correcto! Las condiciones de trabajo en muchos países violan la legislación local de salud y seguridad. Muchas de las personas trabajadoras en plantaciones y fábricas no reciben equipos de protección personal, siendo comunes los accidentes y lesiones.

¡No hay derecho, pero vas a tener que probar de nuevo!

Vuelve a intentar recolectar la respuesta correcta.

¡Exacto! Para conseguir su mísero salario, una persona necesita recolectar una media de 12 toneladas de caña al día. Esto supone caminar ocho kilómetros, dar decenas de miles de golpes de machete y perder ocho litros de agua en cada jornada.

¡Has acertado! En la mayoría de los países el corte y recogida de la caña de azúcar se sigue realizando de forma manual. La mano de obra es sumamente barata y a las empresas no les interesa invertir en la mecanización.

Vas a tener que tomarte el trabajo de intentarlo de nuevo.

Decirte esto no es tan dulce como el azúcar: ¡vuelve a probar!

¡Siempre puedes saborear una buena taza de té de Comercio Justo mientras lo intentas otra vez!